An Mertens es artista, narradora, guía espiritual y de la naturaleza, y ocasionalmente escribe ficción. Vive en Bruselas desde hace más de media vida. Esto tiene mucho que ver con su amor por la vida de artista y por el bosque de Soignes. Sus actividades se reparten entre varios sitios web: proyectos artísticos a través de https://www.anaisberck.be/, paseos meditativos por el bosque a través de https://www.moonwalks.be/, obra algoliteraria colectiva a través de https://algolit.net/, obra artística hasta 2019 a través de https://paramoulipist.be/.
Contexto
En 2007, Constant le preguntó a An si no le apetecía reflexionar sobre lo que significa ser escritora y narradora en un entorno digital. Desde 2008 hasta finales de 2021, An se convirtió además a tiempo parcial en miembro núcleo de Constant, combinando ese trabajo colectivo con sus propias preguntas de investigación. Constant es una organización para el arte y los medios de comunicación en Bruselas desde 1998. Optando exclusivamente por herramientas y licencias de software libre, Constant se centra en la creación de prácticas colaborativas, utilizando la teoría feminista como metodología.
Gracias a Constant An ha tenido la oportunidad de conocer a cientxs de artistas, tecnoactivistas, trasteadores, creativxs, académicxs e iniciadores críticxs, en Bélgica y al extranjero. También ha colaborado con muchxs de ellxs. Este trayecto la ha formado profundamente como persona y artista.
Muchas gracias a todxs lxs miembrxs de la Galaxia Constant.
Un puente insólito
El arte multimedia y el trabajo informático iban de la mano con visitas semanales al hermoso bosque de Soignes/Zoniën, el pulmón verde de Bruselas. Durante el curso de guía de naturaleza con NGZ, también empezó por fin a ser capaz de reconocer y sentir cada árbol. Descubrió que son seres vivos, cada uno muy diferente. Empezó a escuchar activamente cómo el viento juega con sus hojas y cómo la música suena diferente en un álamo que en un haya. Se dio cuenta de que es gracias a ellxs que puede vivir, respirando en cada momento. Su respeto creció y se hizo inmenso.
Cuando la meditación cruzó en su camino gracias a Jan Geurtz, el reiki gracias a Lut Lemmens y el chamanismo gracias a Frank Coppieters y Kathy Melcher, quedó claro que se encontraba en dos mundos muy diferentes: el de la tecnología y el de la espiritualidad. Tardó varios años en crear un puente entre ambos. Anaïs Berck es el resultado.